En el idioma español la frase hacerse la paja es empelado para referirse a la masturbación, y en particular a la masculina. Y de esta expresión derivan algunas otras con uso locales en algunos países iberoamericanos, tales como correrse la paja y pajearse, ambas empleadas para indicar la autosatisfacción sexual. Además de adjetivos como pajoso, pajudo y pajúo, de significado variable según el contexto empleado y la región donde se usa.
La primera teoría sobre el origen de esta expresión indica que se debe a variaciones lingüísticas ocurridas en Europa, en la cual intervienen varios lenguajes antiguos y contemporáneos. Esta expone que la expresión deriva del verbo latín pascere, cuyo significado incluye satisfacer y calmar. Luego dicho verbo se transformó en la lengua árabe-romance en pašša, cuya pronunciación es similar a la de paja en español.
Cabe destacar que se sospecha que de la voz pašša también derivó la voz andalusí pišša (fonéticamente similar a pija), que es usada para identificar al pene. Y de allí se derivó a los verbos pisser (francés), pixar (catalán) y pisciare (italiano), para indicar la acción de mear. Si bien esto no ocurrió en el español, si quedó la interferencia onomatopéyica del pis que se hace para incitar el orinar, y frases tales como tengo ganas de hacer pis usada para indicar la necesidad de mear.
Como puedes observar, esta primera teoría señala que luego de varias variaciones lingüísticas en diferentes idiomas, el verbo empleado en latín para indicar satisfacer derivó en la voz paja. Luego, en este caso el origen de la frase en cuestión está relacionado con el placer y la satisfacción que se obtiene durante la masturbación.
La segunda teoría no es lingüística, y por ello, hay muy pocos elementos que permitan determinar la veracidad de la misma. En este caso, se argumenta que el término paja se originó en tiempos inmemorables, cuando el hombre inició su accionar en la agricultura, y en particular, en la siembra de cereales. La forma como los granos son separados de su espiga durante la cosecha de los cereales, rememora la forma como se mueve la mano en la masturbación masculina. Y dado a que a dicha espiga se le denomina paja, es posible que este sea el origen del término hacerse la paja.
Es importante señalar que la figura del símil, empleada en la teoria anterior, también es usada para explicar otra forma de denominar vulgarmente la masturbación. El término manuela que también es usado para tal fin, tiene su origen en lo similar que resultan las palabras mano y manuela.
Sea cual sea el origen real de la palabra, lo cierto es que la masturbación es parte importante de la vida sexual de la mayoría de las personas. De hecho, muchas parejas la incluyen la masturbación asistida como parte de su experiencia sexual compartida. Y entre las principales fantasías masculinas está masturbarse viendo en directo un baile erótico, o hacerse la paja empleando los senos de su acompañante.
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